miércoles, setiembre 20, 2006

ella

Un poco más contenta
camina ahora.
Con la cabeza en alto,
no le importa lo que
de ella digan.

Tuvo a su hija,
que sonríe siempre;
cuando ella sonríe,
también su mamá.

De la loca que moriría,
sola junto a otros
locos, dentro de aquel triste cuarto,
con tantas tristes ventanas
como gotas de lluvia,
que atravesaban los vidrios que nunca estuvieron...

Cuántes veces te dijeron
y cuán pocas te detuviste.

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