No, conmigo no hay exigencias.
Cuadno al llamarme este el deber antes que el deseo... detente.
Detente y piensalo, no dos veces, sino tres,
mirate, y entonces decide si me miras o volteas la cara.
No, conmigo no hay exigencias,
porque el amor no se impone,
porque el cariño nace como el alba en verano,
y cuadno estos sean atardecer entonces mejor detente...
mejor detente...
... y si quieres me voy sin hacer ruido para no distraerte.